Existen sentimientos incontrolables, esos que nos manejan sin dejarnos a nosotros decidir, y nuestros pensamientos tan débiles sin poder, se transforman a través de ellos. Por eso yo te pensaba tanto, todo el tiempo... Habiendo tantas cosas en que pensar, yo elegía tu nombre, o quizá no era una elección sino mi única opción, tu nombre vivía en mi. Era lindo pensarte por momentos, pero a veces llegaba a un punto que me lastimaba la cabeza de tanto vos en mi, o tal vez el corazón. Me costaba admitir que me gustabas, que aunque yo no quería quererte te quería, que aunque no me gustaba que me gustes me gustabas, y que aunque me enojaba ponerme nerviosa cuando te tenía cerca, eras más lindo cuando estabas ahí a mi lado, cuando sin darte cuenta sonriendo me hacias sonreír.
Te miraba y había algo en vos que no me permitía dejar de hacerlo, sigo buscando un adjetivo que me alcance, pero ninguno me basta, no para lo que sos. Te me metiste tanto en la piel, que todo lo que me rodea me obliga a relacionarlo con vos, las cosas son tan de nadie que se transforman en tuyas y mías, y todo mi alrededor está hecho de pedacitos de vos, de tu historia, tus cielos, tu vida. Y cuando alguien te menciona me aplasta una ola de frío poniéndome la piel de puntas, acelerandome el corazón, haciéndome frágil.Este amor tan inexistente me hace vulnerable, marchitando mi ser con tu nombre.
Vos estás tan allá en tu camino y yo estoy tan acá en el mio, tenemos destinos distintos, lejanos, sos tan hermoso como imposible. Pero yo soy perseverante y si estamos destinados a no ser, voy a hacer que seamos, y si nuestros caminos no se van a cruzar nunca yo voy a hacer un puente que te lleve a mi, o a mi a vos, o que en él podamos encontrarnos de vez en cuando, para seguir siendo siempre eso que nunca fuimos.
Chari Ahumada.
Chari Ahumada.