A las palabras no se las lleva ningún viento, pegan con tanta fuerza que quedan grabadas para siempre en la piel, o en el alma tal vez.
Las palabras nos mueven, nos paralizan, nos rompen, nos abrazan. Las palabras son la mayor arma de defensa, y también la más peligrosa al momento de atacar. Las palabras eso intangible que no existe pero lo es todo. Todo el mundo es palabra. Un pensamiento, una caricia, una mirada. O al revés, toda palabra es un mundo, cada palabra agarra una intención, cada palabra es una sensación, un sentimiento, un dolor. Son ellas las que nos usan a nosotros, las que hacen con nosotros lo que quieren. Cada palabra entra en nosotros y se apodera de nuestra alma. Dominados por palabras somos tan débiles, tan frágiles, tan felices a veces también. Y somos vulnerables a ellas. Palabras malas, palabras dulces, palabras pobres...palabras de todos los colores, sonidos y sabores. Las palabras nos empujan, nos sostienen, nos levantan y hasta algunas nos besan. Pocas son las cosas con tanto poder como el de las palabras. Quizá no estamos hechos ni de átomos, ni de historias, quizá simplemente estamos hechos de palabras, palabras que viven y vibran en nosotros.
Chari Ahumada.-
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ResponderBorrarImpecable 👏🏼
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