Estaba buscandome en todas partes, en los libros, en los diarios, en las fotos... a través de una ventana abierta al paisaje más cercano... Me buscaba para entender quién era, qué quería, qué aparentaba...
Me buscaba para saber mi camino (si es que existía un camino), mi vida o mi posible destino... Era yo misma la que me buscaba para entenderme, para quererme.
Me buscaba donde había mucha gente, me buscaba ocupando un lugar o simplemente siendo una más, me buscaba triunfando y me encontraba cayendo y volviéndome a parar, me buscaba con quien yo era feliz y con quien sufría... Me buscaba dudando de la vida, de la gente, de las descripciones de las cosas que nunca vi... Me encontré en varios lugares y en otros me sigo buscando.
Me encontré llorando con una flor en la mano contando posibilidades, me encontré en un cielo lleno de verdades llorando mentiras, me busqué en los árboles sin hojas y me encontré volando ... Me busqué en mis amigos y me encontré en los errores de cada uno siendo un espejo, me busqué en mi familia y me encontré amando incondicionalmente... Me busque en los sentimientos y me encontré pérdida.
Es necesario buscarse de vez en cuando para encontrarse y saber qué somos y a donde vamos, lo que queremos y para qué estamos. Me encontré rota en mil pedazos y también me encontré brillando.
Me encontré ciega desorientada, y firme en un camino incierto, caminando sin dirección hacia todas las direcciones bajo una luna imaginaria, bajo un cielo triste de estrellas rotas de amor. Me encontré desperdiciando valiosas lágrimas en personas que no me querían, en historias pasadas que no alcanzaron a tener un final concreto.
Me encontré en una sonrisa inmaculada, en un abrazo inesperado, en los consejos que ignoraba, en las palabras mágicas... me encontré festejando triunfos anticipados, creyendo en miradas falsas, confiando en palabras de papel. Me busqué en cada cosa porque en todos lados a veces podemos encontrar una parte nuestra, algo que no sabemos que sí somos. Me busqué en la calle, en la lluvia y en el pasto... en la cuchara del café caliente, revolviendolo y chocando partículas liberando calor. Me encontré cerrando los ojos cuando mi alma estaba resignada, entregada al dolor, y abriéndolos en medio de algún sueño, casi real. Me busqué en el amor y no me encontré amando.
Tengo que encontrarme para dejar de buscarme, para entenderme y comprenderme, para aprenderme y elegirme, para quererme...
porque si uno no se encuentra y no se quiere, si uno no se cuida y no se mantiene firme, los que te encuentren primero van a lastimarte y así derrumbarte, y cuando ya estés en el suelo, en esa superficie tan dolorosa que uno a veces llega a tocar con todo su cuerpo... Ahí va a ser más difícil encontrarse en pedacitos y volver a armarse parte por parte. Somos tan frágiles que nos dividimos y estamos en todas partes, donde mires cada cosa de tu alrededor tiene algo tuyo, mucho más que la huella de tu dedo, mucho más que el olor de tu perfume, mucho más que tu historia. En todas partes que te encuentres, aunque no estés, hay algo tuyo.
A veces es bueno buscarse para darnos cuenta que no nos estamos comprendiendo a nosotros mismos, que encontrarse es quererse, es saberse, es sentirse.
Chari Ahumada.-