martes, 16 de febrero de 2016

Barrilete

No había excusas para justificar ese amor que me provocaba un tipo de escándalos no tan frecuentes en mi, un quilombo que me desorganizaba todo aquello que usualmente permanecía en su lugar correspondiente, las palabras, los sentimientos, emociones, pensamientos. Estallaba de ira de amor, de dolor, de un tipo de bronca que sólo siento cuando te quiero y te odio, cuando te miro y te ignoro, cuando te deseo y te lloro. Ese amor tan contradictorio que de tristeza se alimenta, ese amor que es más fuerte que un tornado pero más débil que una hojita de cualquier planta de cualquier árbol, de cualquier flor. De esas flores con aromas impresionantemente hermosos que cuando la querés tocar te pinchan los dedos con esas espinitas que no podemos ver pero están ahí defendiendo a la flor de nosotros. Esa imposibilidad de tenerte sin que me lastime tu presencia, esa imposibilidad de ser felices, porque ni vos ni yo sabemos cómo pilotear ese barrilete que encontramos hundido en algún lugar del mundo que probablemente ya no te acuerdes, y lo arreglamos los dos para hacerlo volar otra vez en ese cielo interminable de espacio lleno de obstáculos por superar, de ese cielo que en su inmensidad cabía nuestro amor tan cobarde, lleno de dudas y miedos. 
No supiste cómo hacer para quererme como se quieren a las personas que aparecen inesperadamente en una vida desorientada y decaída, no supiste tomarme de la mano para llevarme con vos a la plaza a ver los perros de otras personas pasear al rededor de nosotros, no supiste besarme con los ojos cerrados convirtiendo una realidad en sueño, no supiste contarme tus secretos más ocultos que te hacen imperfectamente auténtico y que te obligan a cambiar constantemente.No supimos animarnos a querernos de la misma forma, no nos bastó el intentar. No me animé  a gritarte con ternura para que comprendas a mi corazón desarmado por tu culpa, no me animé a llevarte a esos lugares en donde va la gente que actúa que es feliz pero está  cargada de problemas que intenta ocultar mostrándose contenta.  No sabía cómo explicarte que me ponía nerviosa el decirte tantas cosas y que no fueras capaz de responderme una de todas esas... Comprendo que me queres lejos pero cerca, como yo que te quiero mío pero lejos, que te quiero conmigo pero me quiero sola... Me quiero libre pero abrazada, me quiero feliz pero no engañada, me quiero quieta pero alborotada,  me quiero amada pero sin "peros"... pero no puedo porque te me vas cada vez que yo intento quererte como hay que quererte a vos, con una locura adecuada no tan distante ni tan pegada, una de esas que te mueven los pies por el temblar del piso pero que podes mantenerte parado.


Chari Ahumada.

6 comentarios: