Detrás de su mirada se escondía la verdad de su historia, se escondía una cara que ocultaba detrás de la simulación de una sonrisa permanente. Detrás de esos ojos tan solos que miraban siempre desde lejos su alrededor, esos ojos que no tenía un par que los acompañen para mirar juntos.
Detrás de eso que mostraba ser fuerte, de eso que siempre brillaba, se escondían toneladas de heridas, de huecos con pesadillas, de grietas con dolor. De pasados oscuros, de errores camuflados, de pensamientos débiles. De palabras tristes, de corazónes rotos, de amores pendientes. Porque no siempre lo exterior refleja lo interior.
Pero jamás iba a admitir sus derrotas, jamás dejaría que los demás lo vean caer, lo vean sufrir, lo vean perder. Se mantendría en pie con el pensamiento de no mostrar sus infiernos, mejor sólo dejar ver sus cielos. Tenía en las venas la sangre inundada de dolor, y no la dejaba correr, no dejaba que sus heridas salgan a la luz para así liberarse de ellas. Prefería esconderlas. "¿Para qué?" Se preguntaba, "¿Para qué querer mostrar algo que realmente no soy todo el tiempo?" pero no podía. Tenía que ser fuerte. Si él no se contenía nadie iba a hacerlo, si él no se abrazaba nadie iba a a hacerlo, si él mismo se derrumbaba nadie iba a levantarlo de nuevo, nadie más que él mismo. Porque dentro de uno a veces hay dos... dos de uno mismo, y sólo uno mismo puede defenderse, solo uno mismo puede quererse transparentemente, cuidarse y protegerse. Porque lo único que acompaña a tu mano derecha para siempre es tu mano izquierda, lo único que acompaña a tu corazón para siempre es tu propia alma.. Lo unico que acompaña tu piel, es tu historia. Hay que lograr unir las pesadillas con los sueños y así salir adelante.
Chari Ahumada.-